Ingredientes:
1/2 cebolla
6 huevos (con 4 vale, pero con 6 queda más jugosa)
1/2 litro
sal
Preparación
Pelar las patatas, lavarlas, secarlas un poco (para evitar que el aceite salte) y partirlas en rodajas no muy gruesas.
Pelar la cebolla y cortarla en aros
Mezclar las dos cosas y añadir sal
Poner a calentar el aceite en una sartén honda, y cuando esté caliente añadir las patatas y la cebolla y dejar hacer lentamente (bajando un poco el fuego).
Es importante remover de vez en cuando para que las patatas no se peguen. Para saber si las patatas están hechas basta con pinchar con un cuchillo o un tenedor y observar que la patata esté blandita.
Por otro lado; batir los huevos en un bol
Cuando estén las patatas listas, escurrir con una espumadera (o similar) el aceite de las patatas y añadir al huevo.
Mezclarlo todo bien.
Poner muy poquito aceite en una sartén antiadherente (MUY IMPORTANTE, si queremos evitar que la tortilla se pegue), añadir la mezcla anterior y dejar cuajar un poco, moviendo la sartén para comprobar que la tortilla está suelta.
A continuación hay que darle la vuelta a la tortilla, para ello, podemos utilizar un plato del tamaño de la sartén. Tal y como vemos en la foto. Apoyamos una mano sobre el plato y giramos la sartén, quedando la tortilla en el plato. ( Mejor hacerlo en el fregadero por si cae algo de aceite o en el peor de los casos, se nos cae la tortilla).
Y volvemos a poner la tortilla en la sartén con otro poquitín de aceite para que no se pegue. Y la hacemos por el otro lado.
¡Ya tenemos la tortilla hecha! Si la queremos pasar a un plato, lo hacemos con cuidado o dándole la vuelta de nuevo.
Nosotros siempre la acompañamos con un poco de lechuga aliñada con un machado de ajo, sal, vinagre y aceite de oliva.
Qué buena pinta!
ResponderEliminarMucho ánimo para seguir con el blog!!